No Hay Malos Días en Cabo (No bad days in Cabo).

 Cada día es el mismo, cada día el mismo sol, el mismo viento, el mismo calor.

Las temporadas pasan con inamovible calma, los cortos días y frios sueños de invierno abren paso a los rayos agudos del sol de primavera.

He visto el aire de la mañana cubierto por una densa capa de niebla.

He visto furiosas y sombrias nubes atravesar el cielo y cubrir esta ciudad.

He visto la lluvia que traen consigo, transformando las calles en furiosos caudales.

Entonces, como en una repetitiva fabula infatil, un chliché choca con mi gratuito cinismo. El sol sale de nuevo.

El mismo sol.

Aces de luz se apoderan del horizonrte.

El mismo viento.

Nubes y niebla se vuelven no más que una ajena memoria.

El mismo calor.

Rios se vuelven concreto mojado, charcos que uno pasa desapercivido.

No días malos en Cabo (No Bad Days in Cabo), es el slogan d Cabo San Lucas. Una estampa en muchos parabrisas.

Mientras los días pasan y Cabo se vuelve my hogar quedo refleccionando en esta frase, esta gran promesa. Cada día se puede sentir igual, cada caminata tan agotadora, cada tarde tan calurosa.

Con la calma del sol saliente esa promesa es cumplida, la repetida certidumbre de un día soleado se vuelven cotidiana, poco perseptible.

Realmente no es que no haya malos días en los cabos, es sólo que el sol no tarda en salir.