Tu día está por terminar, vienes desde muy lejos, con prisa por relajarte, ansioso por descansar, esperado hacer algo. Pero el tiempo no espera y el sol comienza a ocultarse. ¿Qué vas a hacer ahora?
¿Por qué no salir a caminar?
La marina es un lugar que seguramente conocerás durante tu visita a Los Cabos –si no es que ya lo conociste. Un largo corredor del cual vas a zarpar. Todos lo hacen. Cientos de barcos para miles de personas. Desde paseos cortos al Arco y de vuelta hasta largos viajes de pesca deportiva y avistamiento de ballenas. Venir de vacaciones a Los Cabos es poner pie en las aguas de sus costas, y caminar por La Marina.
En un camino de alrededor de 3-4 kilómetros uno puede ver los rostros que forman Los Cabos, caminando a un costado de restaurantes que llenan el aire con el calor de música en vivo, artesanos locales ofreciendo muestras de su trabajo, artistas ofreciendo pequeñas exhibiciones de su obra para curiosos y merodeadores, navegantes , andan de un lado a otro, regresando de un viaje sólo para comenzar el siguiente, vendedores luchando por un poco de tu atención, buscando una respuesta, haciendo todo lo que puedan por surte a un barco. Gente de todo el mundo caminado a su ritmo, hombro a hombro con locales que dan este lugar por sentado. Sólo otro viaje en barco, recibiendo a todo aquel que quiera subir con ellos, guiándolos por la costa.
Empecemos a Caminar
Mientras el sendero avanza tus ojos comienzan a divagar, posándose en pequeñas cosas, detalles que pertenecen sólo a este camino, convirtiendo este andar en una nueva jornada.
Algunos fueron puestos para que te tomes una foto en ellos, una bienvenida a los que visitan, algo más que ver para los que vivimos aquí.
Justo a un costado es borde es adornado por naturaleza. Vistazos de vegetación que te invitan a ver más, aunque si soy honesto encontraras pocas cosas mejores.
Algunas personas se han vuelto parte del paisaje del lugar, tanto como el muelle mismo.
Algunos reclaman esta tierra como propia, una visión tan común que es muchas veces pasado por alto, pero ellos siempre hacen sentir su presencia, con su ruido iluminan los rostros de turistas de todas las edades.
¿Y por qué?
¿Por qué avanzarías todo el camino? El corredor se siente más y más largo con caga giro, la gente comienza a disiparse conforme te acercas al final.
Por Esto
Al final del sendero de concreto uno se mantiene de pie al final de la tierra misma. En una rápida mirada puedes observar médano y La empacadora, dos de las playas más populares de Los Cabos.
Entado en Las piedras que marcan el fin del camino eres enfrentado por el infinito azul del horizonte. En el filo de la tierra, el aroma del agua salada y el sonido de las olas te llena y exalta.
Así es como yo prefiero terminar mis días.
Y una vez que el día ha concluido, es hora de caminar de regreso.