standard-title Días Festivos en México


El Día de Muertos

 

El rito comienza en los cementerios alrededor del país. El ceremonioso aire perteneciente a esta tierra de duelo y lamento es alterado por la calidez de las familias que caminan con orgullo sobre este lugar de descanso, ojos melancólicos se esconden en caras de celebración. Una sonrisa surge entre el dolor de la perdida. Al encontrarnos con su lápida no nos rendimos ante el vacío que dejaron en nuestra  alma. permitimos que su recuerdo nos complete. Este día, nuestros seres queridos caminan a nuestro lado y nos recuerdan siempre nos acompañan. Este es el día de los muertos.

 

En hogares, escuelas, explanadas, un altar dorado.

Un resplandor amarillo cae suavemente por las calles, guiando cada alma a un lugar sacro. Un lugar de paz y recuerdos. Una escalinata de historias y sueños. Exponemos una herida en nuestros corazones, mostramos nuestra perdida, la adornamos. La vestimos en papel picado, la cubrimos de cempasúchil, dejamos que veladoras brillen sobre los rostros que recordamos con cariño. Sus fotos nos observan, hacen su sentir su presencia. Damos la bienvenida a aquellos que perdimos con objetos de su aprecio. Placeres mundanos adquieren vida y llenan la habitación con los fantasmas de momentos perdidos. Los cigarros que alguna vez fueron una molestia, hoy se vuelven el recuerdo de una cálida tarde. Su comida favorita satura el aire con la paz de mil cenas. Los juguetes que sostuvieron en sus pequeñas manos suenan con las risas de un sueño que terminó cuando apenas comenzaba. Su presencia nos da fuerza. En estas memorias somos reunidos.

 

Un mosaico de la pasión de México es expuesto al mundo.

En un pequeño pueblo una tonada disonante se escucha en las calles, campanas de distintos tamaños resuenan en la cima de las iglesias, su solemne cantar guía al mundo hacia los cementerios. Niños caminan junto a sus padres mientras observan el ceremonioso desfile y toman su lugar en el silencioso juramento de la tradición.

Mujeres en vestidos coloridos caminan por las calles. Un sombrero ornamentado cubre con sombras sus rostros pintados como esqueleto. La catrina es como vemos a la muerte. siempre sonriente, siempre amigable, siempre bienvenida. y en este día. Ella danza entre nosotros.

Las familias se preparan para ir a dormir. Las buenas noches se recitan de la manera usual. Cobertores y almuadas son compartidas entre todos. Miran el cielo nocturno atraves de luz de las velas. El aspero tacto de la tierra del panteón acaricia su cuerpo mientras descansan. En este día toda la familia duerme bajo un techo de obscuridad y estrellas. Los que siquen con nosotros a lado de los que ya no setán aquí. Juntos duermen la tierra del descanso eterno.

Una pequeña caja es abierta con respetuosa calma. Los objetos en su interior son extraídos con lentitud. Un cepillo es el centro de atención. Cuidadosamente se posa frente huesos que algún día estuvieron de pie a su lado. Toma con firmeza los restos de sus seres queridos, los sostiene con cuidado y cariño. Y en paz comienza a limpiar.

En ciudades y pueblos, niños se visten en disfraces coloridos. Pequeños monstruos deambulan por las calles en búsqueda de dulces y una noche de diversión. Una tradición ajena a nosotros captura la atención de aquellos que sólo conocen este día por el pan de muertos y el aroma del cempasúchil. De aquellos demasiado jóvenes para sentir las ánimas que los rodean.

Y las campanas continuan su cancíón.

 

Una tradición más allá de creencias, por encima de razón o religión.

La vida humana es demasiado compleja para nosotros, así que nos conformamos con su idea. Dejamos a personas entrar a nuestra vida y tomamos multiples roles; un hijo, un padre, un amigo, un amor. Para las personas que se vuelven parte de nosotros, una imagen es creada por nuestras acciones, somos definidos por nuestras virtudes y defectos. Para el mundo que nos rodea nos volvemos estas ideas. Y una vez que partimos, estas ideas es lo que dejamos atrás.

En este día invocamos a aquellos que amamos mediante rituales y altares, nos aferramos a su idea y la dejamos inundar nuestro entorno, la recibimos en nuestros corazones. Convocamos su espíritu y descansamos en plenitud. Observamos un mundo abrasado por sus tradiciones, inhalamos los aromas de nuestra cultura, del mole, el pan de muerto y el cempasúchil. Entre el calor de las veladoras, y su brillo que ilumina nuestro altar, reímos. Esto es una celebración. Este es el Día de Muertos.

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El nombre al final de este texto perteneció a un hombre amoroso. En mi espejo veo su rostro. En mis acciones veo sus enseñanzas. Estoy agradecido de compartir créditos con él. Su idea dio vida a esto.

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By. Víctor Suárez

 

 

 

 


 

 

Festivos (conocidos en México como «feriados» o «días de asueto»)

 Fiestas cívicas – Al igual que los días festivos, estos se observan a nivel nacional

Fiestas y festivales – Fiestas tradicionales para celebrar eventos religiosos

 Festividades – Cultural, Importantes y días conmemorativos



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